Octubre es un mes en el que nos hacemos conscientes de que todos somos “misioneros” porque Dios cuenta con nosotros y nos confía una misión.
A lo largo del mes hemos contado con la presencia de varias personas que han compartido con nosotros su testimonio: dos misioneras del Santísimo Sacramento y un joven universitario, que ha realizado una experiencia misionera en Perú.
A través de sus palabras nos han hecho descubrir la fuerza que tiene el amor, lo único capaz de cambiar a las personas. También nos han transmitido que lo que más necesita la gente es comunicación y diálogo.
Que como ellos, nosotros también seamos generosos, pensemos en el otro, y sepamos elegir lo fundamental en nuestra vida.